Final Fantasy XVI

El sol se está poniendo sobre la tierra de Valisthea.

Durante siglos, la gente ha acudido en masa a sus Cristales Madre para participar de su bendición, el abundante éter que alimenta la magia de la que dependen en su vida cotidiana. Pero a medida que el éter comienza a desvanecerse y las tierras muertas sin vida se extienden cada vez más, también la lucha por los destellos finales de la luz de las Madres se vuelve cada vez más feroz. Una sangrienta batalla se libra en todo el reino, las naciones rivales envían sus armas definitivas entre sí: los Dominantes. Hombres y mujeres dentro de los cuales duerme el poder devastador de un Eikon. Hay pocos en Valisthea cuyas vidas no se hayan visto afectadas por esta guerra por la bendición de los cristales, y Clive Rosfield, hijo primogénito del archiduque de Rosaria, no es una excepción. Sin embargo, a diferencia de la mayoría, las vicisitudes del destino son para revelarle la oscura verdad que se encuentra en el corazón de su mundo y llevarlo a una misión para destruir esos mismos cristales madre que el resto del reino considera sagrados. El legado de los cristales ha dado forma al destino de la humanidad durante mucho tiempo.